Los
cínicos buscaban la felicidad por medio de la libertad por lo atnto buscaban la
liberación de toda preocupación por las
cosas materiales, además buscaban no entirsen atados por el estado y la
sociedad. Ellos buscaban hallarse libre de los deseos, del temor, de la cólera,
del dolor y de las demás pasiones; de las ataduras religiosas o morales, de la
autoridad de la ciudad, el estado o los funcionarios públicos; del respeto a la
opinión pública así como de toda preocupación por la posesión de bienes; del
confinamiento en una determinada localidad y de la responsabilidad de
alimentar y sostener a una esposa y a unos hijos. Dentro de sus dotrina se
burlaban de las costumbres y los convencionalismos de los demás, pero eran muy
rígidos por lo que a la observancia de los suyos se refería.
Los
profesores Vittorio Lantemari y Bryan Wilson han escrito acerca de los movimientos
religiosos de protesta. Bryan Wilson propone una tipología apoyada en las
formas de reaccionar ante el mundo cuando las religiones tradicionales
ya no satisfacen y no permiten obtener la salvación del mal teniendo en cuenta
el concepto de Dios como «el poder sobrenatural y la designación que le
adjudique».
Teniendo
en cuenta lo anterior, Bryan Wilson establece siete tipos según el punto de ese
movimiento de reacción/ante/el mundo.
Los Conversionistas: quienes
continuamente reaccionan ante el mundo, pues consideran que la maldad que
existe en el mundo solo puede cambiar si cada ser humano tiene un transformación
profunda que no involucra lo que piensan o sienten los demás, para los conversionistas
es mas importante la parte espiritual que la razón del mundo que los rodea.
- Los manipulacionistas
que son a quienes Dios les invita a cambiar la forma de ver las cosas,
para ellos la única forma de conseguir la salvación es descubrir los
valores que se encuentran en el mundo que les rodea, pero buscando la
forma para que esos valores sean solo un medio para encontrar la salvación
sacándole provecho al mundo que nos rodea.
- Los
taumatúrgicas: «Dios concederá dones especiales y
realizará determinados milagros» Para ellos la salvación se obtiene
mediante los milagros, la salvación no es para una comunidad sino que
mágicamente y de forma individual se obtiene la benevolencia divina sobre los
seres que son elegidos.
- Revolucionistas:
«Dios
le dará al mundo la vuelta» Creen
en la transformación para mejorar el mundo solo se realizara mediante una
acción sobrenatural que solo puede ser dada por una acción milagrosa en la que puede existir
intervención del hombre. Para ellos la salvación está dada por el cambio
milagroso.
- Los
introversionistas:
«Dios nos invita al abandono» Para ellos lo más importante es huir del
mundo y buscan refugiarse en una comunidad, para ellos la única salvación
esta en su propia santidad y en la forma mejor de aislarse
del resto de la sociedad
- Los
reformistas: «Dios nos manda corregir» para ellos la salvación se obtiene realizando
acciones que cambien la forma en que viven los hombres, para ellos existen
ideas de origen sobrenatural por los cuales
la humanidad puede conseguir la salvación.
- Los
utópicos: «Dios
nos manda reconstruir» Afirman
la posibilidad de hallar en este mundo la salvación divina, en la cual el
hombre es participe de ese cambio.
Cora
Lutz dice que algunos elementos de los principios cínicos y estoicos se habían
confundido con las doctrinas de los
filósofos populares». El cinismo había sido fundado por Diógenes de Sínope. La
palabra «cínico» significa «perro. En un principio se trataba de un término despectivo
con el cual la sociedad y el mundo en que vivía eran despreciados y se
pretendía burlar los códigos humanos de la decencia y la propiedad, los cínicos
despreciaban los viernes materiales, las normas sociales y para ellos era
importante el abandono del mundo y el estoicismo fue fundado por Zenón de Citio
que buscaba la felicidad producida por la libertad interior y la
autosuficiencia de la persona, para buscar la salvación había que buscar el alejamiento del mundo.
Lucio
Anneo Séneca, Séneca el Joven, filósofo estoico, escritor. En su calidad de
tutor de Nerón, quien se contradecía entre las virtudes que predicaba y la vida
llena de vicios que llevaba. Aunque era rico, influyó en él el filósofo cínico
Demetrio. Séneca componía sus Epístolas morales, tratados de moral en
donde se podía ver la diferencia que existe entre la teórica ausencia de pasión
del estoico Séneca («tengo, pero no me importa») y la práctica ausencia de
propiedades del cínico Demetrio «no tengo, pero no me importa». Los estoicos ante
las riquezas hacían como si no las tuvieran, y los cínicos, que no tenían
riquezas hacían como si las tuvieran. Se
trata de la lucha de la naturaleza contra la cultura, del cinismo contra la
civilización, de Diógenes contra Dédalo.
A
pesar de las múltiples dificultades que le planteaban algunos de los seguidores
de esta corriente en su propia época, llega a hablar del cinismo como una rama
de la filosofía que rivalizada con las
más nobles..
EN LIBERTAD BAJO EL IMPERIO DE ZEUS
La
vida de Musonio Rufo, etrusco de nacimiento, pero estoico por elección,
llamado «apóstol de la libertad moral» y «Sócrates romano» Pese a aceptar el
papel tradicional de ambos sexos, afirmaba que «también las mujeres deberían
estudiar filosofía», pues tanto mujeres como hombres poseían una misma razón,
unos mismos sentidos, un mismo cuerpo, y una misma «inclinación» a la virtud,
la bondad y la justicia. Pues me inclinaría a creer que todas las labores
humanas constituyen una obligación común y son comunes a varones y mujeres,
sin que ninguna de ellas le esté destinada por fuerza a nadie en exclusiva,
sino que unas se adaptan más a la naturaleza de unos, y otras a la de otros: y
por esa razón calificamos a unas de labores masculinas y a otras de labores
femeninas. Pero en lo tocante a la virtud, cabría decir que es igualmente
apropiada a la naturaleza de ambos, siempre y cuando admitamos que las virtudes
no son en modo algunas más propias de unos que de otras.
Musonio
Rufo decía que el filósofo es una persona de rango real, aunque no tenga
súbditos que le obedecieran, Cualquiera puede ser rey y sólo quien es capaz de
reinar sobre sí mismo es verdaderamente de rango real. La cuestión no estaba en
el enfrentamiento del mendigo con el rey, sino en saber quién era el verdadero
mendigo y quién el verdadero rey. Él se ponía como ejemplo del tipo de persona
que sin tener nada en la vida, tenía una vida más cómoda que aquellos que
tenían riqueza, con esto quería demostrar
que a través de la libertad se consigue la libertad y a su vez conduce al rango real.
Epicteto
muestra un gran interés en no confundir los aspectos externos del cinismo con
su naturaleza interna. No obstante, pese a advertir de los peligros que esas
apariencias puedan comportar, en ningún momento osa decir que deban
abandonarse. Se limita a repetir que la pobreza interna debe engendrar la
externa, y que esa pobreza externa no debe ser un mero sustituto de la interna.
Es
evidente que Epicteto se dirige a un público de clase humilde, las
manifestaciones externas de cuya pobreza no se diferencian mucho habitualmente
de las de los cínicos. Pero, pese a admitir de grado esas manifestaciones
externas, recalca que lo que cuenta es el aspecto interno.
Los estoicos sostienen que la libertad no proviene de la pobreza física, que en
último término haría a la persona inaccesible al deseo y a la añoranza, sino
fundamentalmente de la pobreza espiritual, que hace a la persona insensible a
los ataques y a la violencia.
Los
estoicos son las que viven de acuerdo con los dictados de la razón, y se ven a
sí mismos como individuos autosuficientes, capaces de disciplinar sus deseos y
de permanecer totalmente indiferentes ante las situaciones de la vida. Ellos
sostienen, como sus predecesores los cínicos, que la lección que se debe sacar
de la vida y enseñanzas de Sócrates es que la virtud humana y la felicidad
dependen no del éxito material, sino de la formación del carácter, el cual debe
ser fiel a lo más propio de nuestra naturaleza: la racionalidad. Además,
sostienen los estoicos, es a través de la conducta en conformidad con la
naturaleza racional que la gente se une entre sí y con el universo. El
significado de la exhortación socrática: "conócete a ti mismo", es
claro, pues es sólo a través del conocimiento propio que la gente puede
participar en la comunidad moral y cumplir con su función en el gran diseño del
universo.
LA PIEL DE MIS PLANTAS POR ZAPATOS
Abraham
Malherbe advierte que la combinación cinico-estoico ha contribuido a oscurecer
el concepto de cínico y el de estoico. Los escritos cínicos nos suministran
pruebas palpables del cinismo en el momento en que esta escuela conocía un
nuevo esplendor...En época precristiana era evidente que el cinismo comportaba
no solo una postura teórica en el terreno filosófico, sino también una actitud
práctica por lo que al vestido, la alimentación y la residencia se refiere.
Esta pobreza programática y externa es la que hizo al cinismo tan reconocible
a primera vista y tan popular.
Lo
que pretendían, como subraya Vaage, era la «autosuficiencia... liberarse del
sistema de deseos que, en su opinión, tenía dominada a la cultura
grecorromana», y practicar «la franqueza... y el descaro» como una forma de
«crítica implícita o explícita de los valores típicos de la civilización
grecorromana»
En
la tradición cínica, el manto, la alforja y el bastón constituían una terna
casi oficial. El ir descalzo es una característica que no sólo encontramos en
el salvaje escita Anacarsis, sino también, en el lado estoico de la combinación
«estoico-cínica», en Musonio Rufo.
Estos
argumentos son, pragmáticos y, desde el punto de vista estoico, moderados,
pero el resultado en cualquier caso es siempre el mismo: ir descalzo. Una
costumbre semejante se menciona en las cartas atribuidas a Sócrates, colección
de siete epístolas que, como indica Malherbe.
Poco
importa que hablemos de manto, alforja y bastón, o de pies descalzos y
cabellera larga, pues lo significativo no es que todos los cínicos tuvieran
exactamente el mismo aspecto externo, sino que todos ellos tuvieran un aspecto
lo suficientemente distinto de lo que eran los cánones sociales de la época para
ser reconocidos como individuos decididamente diferentes.
La
pobreza deliberada y anticultural del cínico no sólo significaba llevar una
vida de mendigo, sino también una vida itinerante, y probablemente fuera este
rasgo en particular lo que venía a destacar el uso del bastón.
Uno
que lleva el cabello despeinado y el vestido bien ceñido, sin nadie que lo acompañe
en su vagar, un hombre que se hace blanco de todas las miradas y reproches...
Soy bien consciente de que la gente suele dar el nombre de cínico a quienes van
vestidos como yo; y de que para
empezar, consideran que no están en su sano juicio, sino que son una caterva de
locos miserables
EN EL EJÉRCITO DEL CAN
En
su tesis dedicada a estudiar el ideal de apóstol activo de san Pablo, Ronald
Hock concluye que las discusiones en torno a los medios de vida de los filósofos
se remontan al enfrentamiento entre Sócrates y los sofistas en torno a la
conveniencia de cobrar dinero por impartir sus enseñanzas. Quedémonos con estas
dos últimas opciones, esto es, la de mendigar y la de trabajar, y tengamos
presentes dos cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario